¿Por qué se desploman las bolsas?

 

Comencemos por el principio: en realidad, las bolsas nunca se recuperaron de las caídas del primer semestre del 2008. Digamos que se mantenían estables. Pero si había que jugarse por una tendencia, yo creo que las apuestas a que seguirían bajando ganaban por goleada…

 

Pero esta nueva seguidilla de caídas en Wall Street, que contagió al resto del mundo, tiene razones nuevas. O no tanto. Los datos económicos y los resultados empresariales no ayudan a aplacar los miedos que dominan el mercado y se extienden por todas las Bolsas como la gripe. Miedos que se reflejaron en el desplome de Fannie Mae y Freddie Mac (dos entidades hipotecarias con nombres de personas), y a los que puso voz el vicepresidente de la Reserva Federal, Richard Fisher. «Lo peor del mercado inmobiliario está todavía por venir», sentenció.

 

¿Esto se pondrá peor? Los economistas tienen claro que no se saldrá del agujero de esta crisis hasta tanto aflore toda la deuda oculta en las carteras de las grandes entidades financieras. Fannie, Freddie, Lehman Brothers, AIG Seguros. Compañias demasiado grandes como para poder pasar por alto. El pesimismo está dominando el mercado.

 

El grado de incertidumbre es enorme respecto al futuro de estos gigantes, sobre todo de los dos hipotecarios, que podrían ser nacionalizados. (¿donde quedó la premisa fundamental del capitalismo que decía que el mercado se debe autorregular y el estado no debía intervenir nunca?)

 

A esta incertidumbre se le agregan los datos que van cayendo acerca de la actividad económica del mundo: a la corrección inmobiliaria en EE UU parece que le queda un trecho por un lado, y a la caída del consumo, mermado por el alza de la gasolina y los alimentos, que deja peores resultados empresariales, por el otro.

 

¿Y España? La situación se está pareciendo demasiado a la del gigante norteamericano: caidas del consumo, correcciones de precios de las viviendas, caídas de inmobiliarias… Es el momento de cuidar, y mucho, nuestro dinero.