Cada vez hay más expertos que esperan que el crecimiento en la zona euro se enfríe todavía más y, en este contexto de retracción, podríamos ver al BCE preparándose para recortar los tipos de interés.
A raíz de que, según economistas del UBS, la situación se estaría deteriorando mucho más rápido de lo esperado, creen que este año el precio del dinero se quedará como está y esperan tres recortes a lo largo de 2009, hasta dejar las tasas en el 3,5%.
Los movimientos tanto del euro como de la renta fija en las últimas semanas apuntan hacia esa dirección. El rendimiento del bono genérico europeo a un año ha caído del 4,6 a casi el 4%, un movimiento parecido al registrado a otros plazos. El euro, además, se ha depreciado con fuerza, perdiendo lo ganado frente al dólar en lo que va del año.
Pero hay un punto a tener en cuenta que contradice esta visión: Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), nunca ha bajado los tipos de interés. El afán de la entidad rectora es mantener a raya las presiones inflacionistas. ¿Pero qué sucederá si las economías europeas empiezan a mostrar números negativos una detrás de otra en su crecimiento? Por lo pronto, el crecimiento de la Unión fue de solo el 0,2% en su última medición.
El mercado ya está descontando una futura baja de los tipos de interés de referencia, a través de la caída de los bonos de renta fija europeos. El BCE se mantiene firme en su decisión de no bajar los tipos para mantener a raya la inflación, aún a costa del crecimiento económico. ¿Quién ganará la pulseada?