Fondos defensivos

Lo peor para los nervios de un inversionista es que tenga una inversión con una gran volatilidad. En general, estas inversiones, al ser de riesgo, están destinadas a obtener grandes rendimientos. O por lo menos, eso sucedía hasta el comienzo de la crisis subprime. Ahora, volátil es casi un sinónimo de pérdida. Los fondos de inversión en España se han derrumbado cerca de un 40% promedio desde comienzos de año.

En este contexto, entonces, hay una opinión generalizada de los expertos que dice que hay que pasarse a inversiones defensivas. ¿Pero cuales son esas inversiones?

En el mundo de los negocios se conoce como “defensiva” toda aquella inversión que busque preservar el capital ante las inclemencias de los mercados financieros y la economía. Los gurúes de la especulación tienen una opinión casi unánime: reducir la porción de inversiones en renta variable (por ejemplo, acciones) y adoptar un perfil más conservador.En este sentido, los expertos dicen que está comprobado que hay sectores que son menos proclives a las fluctuaciones abruptas, donde las acciones de las empresas que componen esos sectores no sufren grandes cambios de valor, y que por ende guardan más seguridad al inversor.

Sin embargo, los fondos defensivos tienen una contra: presentan un mayor riesgo por concentrar sus inversiones en un solo sector productivo. El sector defensivo por excelencia es el de la deuda pública de países desarrollados: es muy difícil que alguno de ellos incurra en un default. Pero hay otros sectores de empresas privadas que permiten guardar cierta seguridad. Ellos son:

  • Sector Salud
  • Sector Biotecnológico
  • Sector Metales Preciosos
  • Sector Energético (sin extracción de commodities)

A su vez, sin llegar a ser sectores, se puede invertir en empresas sólidas y en grandes compañias, que sean líderes de sus propios mercados de consumo.

En fin, igualmente, en estos tiempos de locura, no podemos considerar 100% segura a ninguna inversión. A lo sumo, podremos estar seguros de que no perderemos mucho dinero. Aunque pensandolo bien, creo que ni eso…

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