Hay movimientos que, cuando se repiten mucho, dejan de ser anecdóticos y empiezan a decir algo importante. Y eso es justo lo que está pasando ahora mismo con el efectivo en las carteras de fondos de inversión. La liquidez, ese colchón que durante años ha sido sinónimo de prudencia, está en mínimos históricos. Los gestores están reduciendo caja como no se veía desde hace tiempo y están tomando posiciones más claras en renta variable y materias primas.

Esto no es un cambio menor. Es una señal bastante clara de cómo se está leyendo el contexto económico actual. Menos miedo, más disposición a asumir riesgo, aunque con matices, porque aquí nadie va a lo loco. Pero sí hay un giro respecto a lo que veíamos hace solo uno o dos años, cuando el efectivo parecía la mejor opción para muchos.
Si inviertes en fondos, o estás pensando en hacerlo, entender este movimiento te ayuda a no ir a contracorriente sin darte cuenta.
Por qué los gestores están reduciendo la liquidez
Durante buena parte del último ciclo, tener efectivo tenía sentido. Los tipos de interés altos permitían obtener rentabilidad sin apenas riesgo y, además, la incertidumbre económica invitaba a esperar. Pero ese escenario está cambiando poco a poco, y los gestores lo están asumiendo.
Por un lado, los recortes de tipos empiezan a descontarse en el mercado, aunque no siempre al ritmo que muchos desearían. Esto hace que mantener grandes cantidades de liquidez deje de ser tan atractivo. El dinero parado ya no compensa como antes, sobre todo si la inflación sigue mordiendo poder adquisitivo, aunque sea de forma más moderada.
Por otro lado, las valoraciones en algunos mercados de renta variable siguen siendo razonables, especialmente fuera de los grandes índices más mediáticos. No todo está caro, aunque a veces lo parezca cuando solo se mira a unas pocas compañías. Muchos gestores están encontrando oportunidades en sectores y regiones que habían quedado rezagados.
Además, las materias primas vuelven a ganar peso en las carteras. Energía, metales industriales e incluso algunos agrícolas están siendo utilizados como herramienta de diversificación y protección frente a inflación. No es una apuesta especulativa pura, es una forma de equilibrar riesgos en un entorno todavía incierto.
Todo esto explica por qué el efectivo cae a niveles récord. No porque los gestores crean que no habrá volatilidad, que la habrá, sino porque consideran que el coste de oportunidad de no estar invertido es ahora más alto.
Qué implica este cambio para el inversor en fondos
Aquí es donde conviene parar un momento y pensar en clave práctica. Que los gestores reduzcan liquidez no significa que tú tengas que hacer lo mismo sin más. Pero sí es una pista relevante sobre cómo se está posicionando el dinero profesional.
En primer lugar, este movimiento suele favorecer a los fondos más expuestos a renta variable y a aquellos con flexibilidad para moverse entre activos. Los fondos muy conservadores, con mucha caja, pueden quedarse atrás si los mercados siguen avanzando, aunque lo hagan de forma irregular.
También hay un mensaje claro sobre el perfil de riesgo. El mercado está premiando a quien asume algo más de volatilidad, siempre que lo haga con cabeza. Los gestores no están apostando todo a una carta, están combinando acciones con materias primas y reduciendo posiciones excesivamente defensivas.
Eso sí, hay algo que no conviene perder de vista. Cuando el efectivo está tan bajo en las carteras, el margen de reacción ante un susto es menor. Si llega una corrección fuerte, muchos gestores tendrán menos liquidez para aprovechar caídas. Esto no es necesariamente malo, pero sí añade más movimiento a los mercados.
Por eso, para el inversor particular, la clave no está en copiar exactamente lo que hacen los gestores, sino en entender el porqué. Y aquí hay una idea sencilla que suele funcionar bastante bien, aunque a veces se olvide:
Tener algo de liquidez sigue siendo útil, aunque el mercado ahora mire más a la inversión activa.
No es una contradicción. Es sentido común. La liquidez no es para ganar mucho, es para dormir tranquilo y poder actuar cuando haga falta.
En definitiva, la caída del efectivo en las carteras de fondos refleja un cambio claro en el sentimiento del mercado. Más confianza, más apetito por activos de riesgo y una búsqueda constante de rentabilidad real. Si estás invertido, revisa cómo encaja tu fondo en este escenario. Y si no lo estás, quizá sea un buen momento para informarte bien y decidir con calma, sin prisas, pero sin quedarte siempre al margen. A veces eso también tiene un coste, aunque no se vea de inmediato.