Cómo sienten tu cartera estos fondos
Cuando el BCE deja los tipos en el 2 % —el nivel más bajo desde finales de 2022—, los fondos monetarios se ven directamente afectados. Antes generaban alrededor de un 3 % anual; ahora, apenas alcanzan un 0,2 % mensual. Eso te hace pensar si merece la pena tener dinero ahí, porque la mayoría de la gente los aparca para no perder valor y tener liquidez inmediata.

Por qué las gestoras están moviendo ficha
Ante este escenario, las gestoras han cambiado su estrategia. En lugar de mantener carteras uniformes, han aligerado estructura: han reducido la duración, entran en emisiones internacionales de entidades solventes y metiéndole un poco al riesgo con activos muy conservadores. No es un cambio drástico, pero sí un movimiento inteligente para arañar cada céntimo sin perder seguridad.
Qué significa mantenerse en liquidez ahora
Un fondo monetario ya no sirve para ganar dinero, pero sigue siendo útil como colchón líquido, para aparcar dinero sin riesgo. Si estás montando una cartera y quieres tener acceso rápido al dinero, este tipo de fondo es ideal. No da alegrías, pero no te mete sustos ni te deja atrapado en épocas de volatilidad.
Qué puedes esperar en los próximos meses
El BCE está en modo pausa. No habla de subir tipos, pero tampoco descarta otro recorte antes de que acabe el año. Eso deja este entorno de tipos bajos para largo. Algunas entidades siguen captando liquidez y pueden subir ligeramente las condiciones, pero lo importante es que estos fondos seguirán existiendo porque ofrecen estabilidad.
Mantener parte de tu cartera en un fondo monetario tiene sentido, siempre y cuando no te confíes. Si tienes un perfil moderado, conviene combinarlo con fondos mixtos defensivos o renta fija a corto plazo. Así aprovechas algo más de rentabilidad sin complicarte ni asumir grandes riesgos.
Con calma y estrategia, puedes tener un colchón en liquidez sin renunciar a oportunidades que aporten potencial. Adaptarse a este escenario no es dramático, es inteligente: el BCE marca las reglas, pero tú decides cómo jugar cuando bajas o subes el ritmo.